¿Cómo empezaron su cooperativa?
Lupita: Al principio habían retos y sin embargo no nos quedamos allí. Dijimos <<Vamos a hacerlo por nosotras mismas>> y por nuestros hijos y nuestra comunidad. De Colores tiene la esencia del corazón de cada una de nosotras. No teníamos nada de dinero pero como dice un dicho mexicano <<pusimos toda la carne al asador>>. Hasta el día de hoy, me maravilla, me enorgullece y no me hace voltear para atrás.
¿Qué cosas les inspiraron a empezar este colectivo?
Lupita: Nos inspira siempre ese deseo de justicia, el tener un mundo más sostenible y justo; el acabar con la opresión y con las injusticias; ese bienestar que siempre estamos buscando; ese deseo de servir, de dar. Esa chispa, ese tesoro de decir <<Yo puedo- lo sé hacer- y lo voy a hacer!>> El poder de decir que vamos a hacerlo y nos aventurarnos.
Celia: Me ha ayudado mucho el tener a estas dos compañeras porque tienen esa energía que te empuja a hacer las cosas. Ahora que hacemos los talleres de tecnología, ha sido un éxito total porque la gente lo está solicitando más. Algo súper, súper padre es que ya llegamos a otros estados –Pennsylvania, Texas, Georgia- y digo <<¡wow, hasta donde estamos llegando?>> De repente un día también alguien estaba conectada desde Colombia.